Adiós al último mito de la época dorada de Hollywood
Cada vez que encendía el televisor y sintonizaba TCM, quedaba impactado por la belleza de las mujeres que hicieron películas en los años 40, 50 y 60; no cabe duda que todas ellas derrochaban glamor y elegancia en cada una de sus interpretaciones, siempre afirmaré que esa época jamás se repetirá, por lo menos en los próximos 40 u 50 años, para tener presente a tal cantidad de mujeres que igualen a esas glorias.
El fallecimiento de Elizabeth Taylor este miércoles 23 de marzo en el hospital Cedars-Sinai Medical Center, a causa de una insuficiencia cardiaca congestiva, cierra el ciclo de oro donde Hollywood, donde las películas románticas predominaban y maravillaban al mundo.
Ese Hollywood que permitió abrir sus puertas a una generación de mujeres que dejaron su huella hoy difícil de igualar y que con la partida de Liz (como era llamada) jamás volverá.
Elizabeth Rosemond Taylor nació en Hampstead, Londres el 27 de febrero de 1932, se inclino por el mundo del espectáculo debido a que sus padres estaban ligados al teatro londinense, a los nueve años se inició en el cine participando en comedias de escasa calidad.
A la edad de 12 años su fama se acrecienta cuando participo en la cinta National Velvet, en compañía de otras figuras adolescentes como Ángela Lansbury y Mickey Rooney; desde entonces llegaron El coraje de Lassie (1946), Mujercitas (1949), El padre de la novia (1950), entre otras producciones que la convirtieron en un imán en taquilla.
A pesar de tener roces con otra gran diva Marilyn Monroe en la década de los años 50, los estudios Fox para donde ambas trabajaban, les ofrecieron papeles diferentes en películas que generaron ganancias para ese estudio.
En su carrera la actriz recibió múltiples reconocimientos entre los que se destacan un Globo de Oro por su interpretación en De repente, el último verano (1959), dos premios Oscar a la mejor actriz por sus roles en Una mujer marcada (1960) y ¿Quién teme a Virginia Wolf? (1966), por ese rol recibió el premio BAFTA a la mejor actriz.
En 1985 recibió el premio Cecil B. DeMille en los Globos de Oro por sus causas humanitarias, mismo reconocimiento llegó en 1993 con el premio John Hersholt en los Oscar de ese año e igualmente en 1999 en los premios BAFTA. Además en 1997 recibió por su trayectoria un premio SAG.
Su estatus de estrella quedó inmortalizado con la película más cara en la historia del cine, en ese momento, como fue Cleopatra (1963), por su actuación fue la primera actriz que cobro una suma de un millón de dólares, siendo una cifra astronómica en ese entonces. En esa cinta conoció a Richard Burton con quien inició un romance, que provocó escándalos, ya que ambos tenían parejas.
Su luz como actriz comenzó a apagarse a mediados de la década de los años 70, con films pocos exitosos, pero aún así siguió demostrando su talento en series televisivas en los años 80, además de dedicarse a obras filantrópicas que compartía con su faceta de empresaria. Fue una de las primeras actrices que hablo públicamente sobre el SIDA y promovió campañas para luchar contra este mal.
Matrimonios
La vida de Liz Taylor también fue polémica debido a sus matrimonios, junto a Zsa Zsa Garbor y otras actrices de su época contrajeron nupcias en varias ocasiones, muchas de ellas terminaban al poco tiempo, estableciendo sin duda récords escandalosos, acá le relato sus ocho matrimonios:
A los dieciocho años se casa con Conrad Nicholas Hilton, quien creó el imperio hotelero Hilton a nivel mundial; su matrimonio duraría sólo un año.
Su segundo matrimonio fue a los veinte años, con el actor británico Michael Wilding, con quien tuvo dos hijos. A los 24 años ya estaba separada nuevamente.
Su tercer matrimonio fue con el productor de cine Mike Todd, quien un año después moriría en un accidente aéreo (1958). Con Mike tuvo a su tercera hija.
Después de un periodo de tan sólo seis meses de viudez, conoció, en 1959, al mejor amigo de Mike Todd, el cantante Eddie Fisher, casado entonces con su mejor amiga Debbie Reynolds. Contraerían matrimonio en medio de uno de los escándalos más sonados de la época.
En 1962, en la filmación de Cleopatra, conoció al actor Richard Burton, quien sería su gran amor, con quien se casaría y se divorciaría en dos ocasiones y con el que adoptaría a su cuarta hija. Sus constantes discusiones, su carácter borrascoso y sus polémicas relaciones fueron la causa de grandes escándalos, los más grandes de los que se tenga conocimiento. Ríos de tinta corrieron desde el inicio de la publicitada película, hasta su divorcio en 1974, su reconciliación en 1975 y su nuevo divorcio en 1976. Burton la agasajó con fastuosas joyas, como el diamante amarillo Krupp y la Perla Peregrina, que antaño perteneció a Felipe II y fue reproducida por Velázquez. Cuando esta joya salió a la venta y la compró Richard Burton, desde España se intentó entorpecer la operación, afirmando que era falsa. Pero es sin duda más famoso el diamante Taylor-Burton de 69 quilates, comprado en 1969 por 1,2 millones de dólares.
Su séptimo matrimonio fue con el senador John W. Warner, con quien tuvo un matrimonio infeliz que la llevó al alcoholismo.
Elizabeth estuvo a punto de casarse con un abogado mexicano, Víctor Luna, quien desapareció días antes de asistir al registro civil.
Finalmente, se casaría con Larry Fortensky, un obrero de la construcción, de quien finalmente se divorció en 1996.
La relación con el Rey del Pop
Taylor también es recordada por ser la amiga inseparable de Michael Jackson, ambos asistían juntos a premios y galas benéficas, además Jackson le escribió una canción llamada Elizabeth I Love You, Taylor fue un apoyo incondicional para Jackson cuando este estuvo envuelto en el escándalo de abuso infantil.
El fallecimiento de Jackson colocó a Taylor en un estado desolado pues no tendría más la compañía de Jackson a quien catalogo como el mejor amigo que ha tenido.
Un mito que vivirá
Desde su época gloriosa Liz ha sido declarada la “mujer más hermosa del mundo”, superando a mitos como Ava Gardner, Marilyn Monroe y otros íconos de Hollywood; su rostro fue símbolo de perfección durante décadas, cuando ya su avanzada edad comenzó a hacer mella. La gracia fotogénica y sus brillantes ojos la hacían un imán para las revistas de la época.
Supo explotar con maestría su atractivo sexual a pesar de sus romances polémicos, Richard Burton – uno de sus maridos -, fue un hombre que supo amarla a pesar de que la prensa intento empañar su imagen, el actor señalo que Taylor en vez de vivir aventuras a escondidas como otras actrices de su época, ella prefirió casarse para no vivir en el anonimato con sus parejas.
Así fue Liz una persona que se entrego de lleno en sus aventuras y que hoy su estrella brilla más que nunca en el mejor escenario: El cielo.
Iconos de Hollywood
A continuación acá algunos símbolos de la época dorada de Hollywood, aquellas mujeres que hicieron fantasear a miles de hombres con su innegable belleza y deleitaron con sus actuaciones:
Audrey Hepburn, actriz belga con orígenes ingleses y holandeses, ganadora de un Oscar, iniciadora de tendencias (como el look casual tan en boga en estos días), y uno de los rostros más bellos de la historia del cine. Eterna princesa rusa en Vacaciones en Roma, ícono eterno en Desayuno con diamantes, al final de su carrera se dedicó a causas humanitarias como embajadora (una de las primeras) de UNICEF. Fue completamente injusto que su último papel en el cine, en 1989, fuera el que representara en la peor película de Steven Spielberg, Para siempre (Always), pero por lo menos el título le hizo justicia...
Lauren Bacall, mujer de belleza agresiva, se compenetró a la perfección con el que fue su marido hasta la muerte de este en 1957, el mítico Humphrey Bogart. Con su primera aparición en el cine, en el clásico Tener y no tener, enamoró a Bogart y a Hollywood, con El sueño eterno, se consagraría finalmente, convirtiéndose en uno de los rostros más personales y bellos del panorama. Todavía hoy, a sus 86 años, pueden observarse su belleza y vitalidad.
Grace Kelly siempre será recordada como la actriz que se convirtió en princesa. Su extrema belleza enamoró perdidamente al príncipe Rainiero de Mónaco, que removió el cielo y el infierno para conseguir su mano. Por amor, renunció al cine muy pronto, en 1956 (no era compatible con su nueva condición aristócrata), con títulos como La ventana indiscreta, Mogambo, o Solo ante el peligro a sus espaldas. Murió en 1982 a los 52 años tras un accidente de circulación
Vivien Leigh, actriz británica, fue ganadora del Oscar en dos ocasiones. Genial actriz, con una personalidad complicada, sobre todo para ella. Eterna gracias a sus dos míticos papeles, el de Escarlata O'Hara en Lo que el viento se llevó, y el de Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. Enfermó de tuberculosis siendo joven, y sus tormentosas relaciones con productores y en especial con su marido Laurence Olivier, la afectaron a nivel mental. Cuando su enfermedad empeoró, la imposibilidad de actuar le fue restando fuerza hasta que finalmente murió con 53 años. Su ex marido Laurence Olivier, con que el que había mantenido una relación de amor y odio, nunca se pudo recuperar de la pérdida.
Deborah Kerr siempre será considerada como una de las grandes damas del cine. Esta escocesa se convirtió en uno de los rostros más reconocidos del cine de la época dorada de Hollywood en los años 50. Títulos como Quo Vadis, El prisionero de Zenda, Las minas del rey Salomón, El rey y yo o De aquí a la eternidad, así lo atestiguan. En 1960 se casó con el guionista Peter Viertel (ya había estado casada antes), con el que estuvo casada 47 años, hasta su muerte en 2007. Viertel moriría unos días después.
Gene Tierney fue una de las grandes estrellas de los años dorados de Hollywood, y para muchos fue la mujer más bella de la historia del cine. Sofisticada y culta, fue una mujer adelantada a su tiempo. Dejó títulos como Belle Star, Que el cielo la juzgue, Sinuhé el egipcio o La mano izquierda de Dios, antes de retirarse del cine a causa de las depresiones que sufría, muriendo de enfisema a los 70 años
Elizabeth Taylor ya era la estrella de cine Elizabeth Taylor antes de ser una niña. Esta ganadora de dos Oscar, se convirtió en una de las más grandes estrellas infantiles del cine de los años dorados de Hollywood antes de convertirse en una estrella adulta y en, para muchos, los ojos más bonitos de la historia del cine (junto con los de Vivien Leigh y los de Audrey Hepburn). Es un mito más que una actriz, con títulos como: Cleopatra, La gata sobre el tejado de Zinc, Ivanhoe, Gigante, De repente el último verano, o ¿Quién teme a Virginia Woolf?
Olivia de Havilland, ganadora de dos Oscar de la Academia, es una de las grandes actrices del Hollywood dorado, y al igual que su hermana Joan Fontaine, sigue dando guerra a sus más de 90 años. Un rostro angelical y con una exótica belleza que ya se convirtió en estrella a lo largo de los años 30. Ha participado en títulos memorables (y a pesar de lo pronto que empezó no se prodigó mucho) como Capitán Blood, El sueño de una noche de verano, Robín de los bosques, Lo que el viento se llevó o Murieron con las botas puestas.
La sugerente Ava Gardner siempre será uno de los mitos eróticos más importantes de la historia del cine. Se decía de ella que era "el animal más bello del mundo". Sin embargo, al ir envejeciendo y al equivocarse al rechazar grandes papeles, va cayendo en el olvido a lo largo de los años 60, tras separarse de su tercer marido (y su gran amor) Frank Sinatra. Eso sí, siempre seguiría siendo la gran Ava, felina y fatal, hasta su muerte con 67 años tras un cáncer de útero. Forajidos, Mogambo, La condesa descalza o 55 días en Pekín servirán para recordar su belleza eterna.
La sueca más famosa del mundo. Ingrid Bergman es otro de esos mitos del séptimo arte que además ganó tres premios Oscar y que trabajó con los mejores (como ella). Bogart tuvo la suerte de decirle eso de: "si no subes a ese avión te arrepentirás, tal vez no hoy, ni mañana, pero pronto, y para el resto de tu vida". Eso fue en Casablanca. Pero tendría otras grandes interpretaciones: Encadenados, ¿Por quién doblan las campanas?, Stromboli, Luz que agoniza, Recuerda, y la genial Asesinato en el Orient Express, en la que con sus casi 60 años todavía mostraba su gran belleza.
Katherine Hepburn para muchos es "la actriz" por excelencia, con sus 4 Oscar y 12 nominaciones. Con una personalidad titánica y una valentía y libertad muy por delante de su tiempo, se metió a Hollywood en el bolsillo, a pesar de que en un primer momento la consideraran "veneno para la taquilla". Sin lugar a dudas uno de los mejores ejemplos de mujer que puede tenerse. Títulos no faltan, ni mucho menos: La fiera de mi niña, De repente el último verano, Mujercitas, La costilla de Adán, La reina de África, Adivina quién viene esta noche, El león de invierno, o la tardía En el estanque dorado.
Yvonne de Carlo fue una de las bellezas exóticas del Hollywood de los años 40 y 50, décadas en las que concentró la mayoría de sus trabajos para la gran pantalla. Aunque se la conoce más por el papel de Lyly Munster en Los Munster. Durante los años dorados de Yvonne de Carlo, participó en títulos como Los diez mandamientos, Criss Cross, Una banda de ángeles o ¿Por quién doblan las campanas?. Seguiría trabajando hasta que en 1998 sufriera una apoplejía. Murió en 2007 de causas naturales.
Rita Hayworth fue el primer gran mito erótico del cine sonoro (compartiendo honor con Jane Harlow). Hija de un español y una irlandesa, su auténtico nombre era Margarita Carmen Cansino. Su papel en la eterna Gilda, creó un mito que la superó. Además fue una persona bastante infeliz en su vida privada, solía decir: "los hombres". Sufrió abusos sexuales en su niñez, y el proceso de transformación física a la que la sometió el estudio durante sus primeros años. Esta sex symbol, mostraría que era mucho más que cuerpo bonito, y dejaría grandes títulos además de Gilda. Sufría Alzheimer desde los años 60, que se vio agravado por los abusos físicos que había sufrido durante su vida
Donna Reed se convirtió de jovencita en la clásica "reina de la belleza" de los certámenes americanos. Esta belleza le abrió las puertas de la Metro, pero después mostraría que tenía grandes dotes interpretativas, que le llevaron a ganar un Oscar. Es recordada, sobre todo, por su papel en la genial ¡Qué bello es vivir!, pero tendría otros grandes papeles en películas como De aquí a la eternidad o La sombra de los acusados (The thin man).
¿Qué podríamos decir de Marilyn que no se sepa? El mito erótico rubio. Norma Jean, diseñada para convertirse en sex symbol, ícono de la cultura pop y convertida en leyenda por su misterioso y prematuro fallecimiento (muchos dicen que asesinato político). Mujer de afilada inteligencia y grandes dotes artísticas (a veces no tenidas en cuenta). Musa rubia que dejó títulos memorables en su filmografía: La tentación vive arriba, Los caballeros las prefieren rubias, Con faldas y a lo loco, Bus Stop, El príncipe y la corista...
Lana Turner fue en su momento más deseada y famosa que Marilyn Monroe (de hecho se la conocía como "la rubia"). Su imponente físico y su sensualidad desbordante le ayudaron a empezar en el cine, pero también le hicieron perder credibilidad como actriz de forma injusta. Será recordada por títulos como: La pareja invisible, Hombre rico hombre pobre, El cartero siempre llama dos veces, Los tres mosqueteros, o La viuda alegre.
Su verdadero nombre es Joan de Havilland, pero adoptó el apellido Fontaine para no entrometerse en la carrera de su hermana mayor Olivia. Decían que no era ni tan guapa ni tan buena actriz como su hermana, pero consiguió un Oscar por la película Sospecha, y fue nominada por la genial Rebeca, reivindicándose como actriz. Con otros títulos como Ivanhoe o La ninfa constante, adquiría todos los registros. En los 70 dejó de hablarse con su hermana, y todavía no han recuperado la relación.
En un principio se la consideró la nueva Elizabeth Taylor, ya que se hizo popular siendo niña en la película Milagro en la calle 34, confirmándose con Rebelde sin causa y Centauros del desierto. Su belleza y títulos como West Side Story o Esplendor en la hierba la convirtieron en una gran estrella. Murió a los 43 años ahogada en extrañas circunstancias (ya que tenía fobia al agua) cuando cayó de su yate. Su marido, el actor Robert Wagner (con el que se casó dos veces y con el que mantenía una tormentosa relación de amor y odio), fue sospechoso, pero las investigaciones no llegaron a nada.
Jean Simmons es una gran actriz británica que se hizo famosa durante los años 40 por su calidad artística y su finura. Actriz de gran belleza y clase se convirtió en uno de los pesos pesados del cine de los años dorados de Hollywood. Especialmente recordado es su papel en Hamlet, en la versión de Laurence Olivier de 1948. Además de otros títulos como Horizontes de grandeza, La túnica sagrada, Sinuhé el egipcio o Espartaco.
Anne Baxter fue otra ganadora del premio Oscar. Empezó muy joven en el mundo de la interpretación, y de hecho, perdió el papel protagonista en Rebeca por que Hitchcock la consideró demasiado joven. El papel fue para Joan Fontaine. Sin embargo, las grandes oportunidades no tardarían en llegar, sobre todo como actriz de reparto: Eva al desnudo, Los diez mandamientos, El filo de la navaja...
@Adonisalejandro
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